martes, 11 de mayo de 2010

DETESTO BOGOTÀ



Antes que todo, quiero hacer, una pequeña aclaración. No creo que la capital de la República sea el infierno, tampoco niego la importancia de la ciudad ni su buen nivel de manifestaciones sociales (que otros llaman culturales) como teatro, arte, cine, rumba, drogas, decadencia y corrupción que la convierten según muchos en la "única" ciudad cosmopolita de la nación. Lo que quiero presentar aquí es lo que pienso después de haber vivido aquí durante cinco años y argumentar un poco las razones por las cuales no me gustaría vivir aquí.

Bogotá es una ciudad que no sabe donde está: Aquí en la sabana muchos consideran consciente o inconscientemente que Londres o Miami esta más cerca que Riohacha o la Guajira, incluso Buenos Aires o La Paz quedan más lejos que cualquier miserable pueblo de la Federación Americana o de la vieja Europa. Bogotá y los bogotanos le han dado la espalda al país, al que ellos llaman despectivamente “tierra caliente” o simplemente “provincia”. Ese error ha convertido a esta ciudad en una ciudad que no desempeña su papel como centro nacional eficientemente y que poco sabe de sus retos a futuro, distintos a continuar acorralándose para evitar que la guerra se la “coma”.

Bogotá es una ciudad llena de cínicos personajes que se creen mejor que los otros, aún no se porque: Puede ser un político, un estudiante, un bohemio o un tendero… pero por alguna razón aquí todo el mundo se cree superior a los otros. De esta forma es natural ver escoltas que lo cierran en las calles para dejar pasar a un importante padre la patria o modelo de algún reality, en los bares o templos de la rumba, un tipo probablemente con poca educación pero muchas horas de gimnasio decide quien puede o no entrar a su exclusivo local, la señora de la tienda o el celador del edificio no puede hacer un sencillo favor sin constantes súplicas. La tradicional excusa: Es que así se vive en las ciudades grandes… mentiras, así se vive en las ciudades cínicas. He podido estar en México D.F. y Nueva York, y puedo asegurar que lo último que he visto allí es el cinismo que respiro todos los días aquí en Bogotá.

Bogotá tiene el clima más horrible del mundo: Creo que lo peor más que el frió es la constante variabilidad del clima, un día normal amanece con 15 grados centígrados y en cuestión de dos horas se puede llegar a experimentar niveles de calor elevados. Ponerse y quitarse la chaqueta es labor de cada media hora y los labios con la garganta se secan al mismo ritmo que los zapatos, las medias y el pantalón se mojan. Es el infierno en su versión húmeda, y creo que será la única ciudad que se beneficiará con el calentamiento global, junto con la libertadora Tunja.

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